La noche del lunes 2 de junio, dos motocicletas adaptadas para la práctica de maniobras extremas (stunt) fueron incineradas en la zona rural de Orito, Putumayo, encendiendo nuevamente la polémica en el municipio.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
El hecho ocurrió alrededor de las 9:00 p.m., sobre el puente del río Orito, en un aparente acto de advertencia hacia quienes practican este tipo de actividades.
Las motocicletas, que habían sido modificadas especialmente para realizar acrobacias, fueron encontradas en llamas junto a un cartel con un mensaje contundente: “Prohibido el stunt, los piques ilegales y motos bullosas, todas serán incineradas”.
Este hecho no es aislado. Hace unos meses, en el barrio Los Ángeles, frente al complejo deportivo del perímetro urbano de Orito, ya se había presentado un episodio similar. En aquella ocasión, también se atentó contra motocicletas relacionadas con prácticas extremas en vía pública.
Los recientes hechos reflejan la creciente molestia de algunos sectores de la comunidad frente al ruido y al riesgo que representan estas actividades, especialmente cuando se realizan sin regulación en espacios públicos.
Ante esta situación, surge con urgencia la necesidad de que las autoridades locales evalúen la posibilidad de establecer un lugar adecuado y seguro para la práctica del stunt. De lo contrario, la confrontación entre motociclistas y habitantes podría seguir escalando.
Orito, conocido por su diversidad cultural y su energía joven, enfrenta hoy un reto importante: encontrar un equilibrio entre el derecho al deporte y la convivencia ciudadana.
