Seis meses de angustia y desesperación terminaron en una trágica noticia: los restos encontrados en una fosa común en Neiva fueron identificados como los de Ana María Caballero, una joven tolimense de 24 años que había desaparecido en septiembre de 2024.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
Ana María, oriunda de Rovira, Tolima, viajó a Neiva el 16 de septiembre con la intención de vender su automóvil a un supuesto comprador que había contactado a través de redes sociales. Desde aquel día, su familia perdió todo rastro de ella y de su novio, Ubardi Ávila, quien la habría acompañado en el viaje.
Las autoridades encontraron una fosa común en un sector despoblado de Neiva, lo que encendió las alarmas. Tras realizar pruebas forenses, se confirmó que los restos incinerados correspondían a la joven desaparecida.
La madre de Ana María, con un dolor desgarrador, expresó: «Le rogaría a Dios que esto no fuera cierto, pero las pruebas dicen otra cosa. Yo solo pido justicia por mi hija. No puede quedar impune lo que le hicieron».
Las autoridades continúan investigando para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este crimen atroz. Mientras tanto, la familia y amigos de Ana María exigen que el caso no quede en la impunidad y que se haga justicia cuanto antes.
Las redes sociales han sido inundadas con mensajes de indignación y solidaridad, mientras que las comunidades de Tolima y Huila exigen acciones contundentes por parte de las autoridades.
