La canciller Laura Sarabia, una de las figuras clave del Gobierno de Gustavo Petro, presentó ante la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas una propuesta que podría cambiar el enfoque global sobre la hoja de coca.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
Desde Viena, Austria, Sarabia instó a la comunidad internacional a abrir un debate franco e inclusivo sobre la necesidad de reformar las políticas globales contra las drogas, argumentando que la estrategia actual ha fracasado.
🔹 UN MODELO AGOTADO
Durante su intervención, la ministra de Relaciones Exteriores subrayó que, pese a los millonarios esfuerzos de Colombia y la comunidad internacional, la guerra contra las drogas no ha logrado frenar el consumo, la producción ni el tráfico.
“La evidencia es contundente: el narcotráfico ha frenado el desarrollo de nuestro país, ha victimizado a millones de campesinos, ha financiado grupos terroristas y ha devastado ecosistemas esenciales como la Amazonía”, afirmó Sarabia.
🔹 ¿LA HOJA DE COCA ES REALMENTE DAÑINA?
Uno de los puntos centrales de la propuesta colombiana es la exclusión de la hoja de coca de la lista de sustancias más dañinas de la ONU. La canciller explicó que la clasificación actual es obsoleta y carece de fundamentos científicos actualizados.
“La ciencia demostrará que la hoja de coca en sí misma no es perjudicial para la salud. Solo podremos arrebatársela a los narcotraficantes si aprovechamos su potencial en usos industriales, como fertilizantes y bebidas”, aseguró Sarabia.
🔹 RESULTADOS CONTRA EL NARCOTRÁFICO
El Gobierno Petro enfatizó que esta iniciativa no significa un debilitamiento en la lucha contra el narcotráfico. De hecho, presentó cifras contundentes sobre la incautación de drogas en el país:
📌 Desde el 7 de agosto de 2022 hasta el 31 de enero de 2025, Colombia ha decomisado:
✅ 1.9 millones de kilogramos de clorhidrato de cocaína
✅ Más de 215 mil kilogramos de base de coca
✅ 454 laboratorios clandestinos destruidos
🔹 ALTERNATIVAS PARA LAS COMUNIDADES
Además, el Gobierno destacó la urgencia de generar opciones productivas en regiones golpeadas por el narcotráfico, como el Catatumbo y el Cañón del Micay. “No podemos permitir que las comunidades queden atrapadas en la violencia y el abandono. Debemos llevar recursos y proyectos de transformación territorial a quienes más lo necesitan”, concluyó Sarabia..
Con esta propuesta, Colombia busca abrir un nuevo capítulo en el debate mundial sobre las drogas y la regulación de la hoja de coca, en un esfuerzo por enfrentar el problema desde una perspectiva diferente y más efectiva.
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