En el departamento del Huila, una preocupante tendencia ha surgido durante el presente año. Grupos armados al parecer han comenzado a reclutar a niños, niñas y adolescentes utilizando métodos cada vez más sofisticados y engañosos.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
Según informes, al menos 15 casos de reclutamiento se han registrado en lo que va del año 2024. Esta situación ha generado alarma entre las autoridades y la comunidad en general.
Los padres de familia de los menores afectados se enfrentan a un dilema desgarrador. A pesar de ser conscientes de la situación, muchos de ellos optan por no denunciar debido a las intimidaciones perpetradas por los actores armados. El miedo a represalias y el temor a poner en riesgo la seguridad de sus familias los paraliza, dejando impune este flagelo.
Los delincuentes, conscientes de la difícil situación socioeconómica y la vulnerabilidad de los menores, aprovechan esta coyuntura para atraerlos hacia sus filas. En la zona rural, la estrategia utilizada consiste en el ofrecimiento de supuestos trabajos en el campo, una promesa que pronto se convierte en una trampa mortal. Los menores, seducidos por la idea de obtener ingresos de forma rápida y sencilla, terminan atrapados en un mundo delictivo del cual es difícil escapar.
Particularmente en localidades como Vegalarga, así como en los sectores norte de otros corregimientos como San Luis y Aipecito, se han reportado varios casos de reclutamiento. Sin embargo, la mayoría de las familias afectadas eligen permanecer en silencio por temor a las represalias. El riesgo de ser desplazados, sumado al temor de exponer a otros miembros de la familia, actúa como un obstáculo adicional para denunciar estos crímenes.
Ante esta alarmante situación, las autoridades locales hacen un llamado urgente a la comunidad para que denuncie cualquier intento de reclutamiento de menores.
Además, se insta a implementar programas y políticas que aborden las causas subyacentes de este fenómeno, brindando apoyo tanto a los jóvenes vulnerables como a sus familias. La protección de la infancia debe ser una prioridad absoluta en la lucha contra el reclutamiento por parte de grupos armados.
