En un acto de compromiso social sin precedentes, la Alcaldía de Garzón ha iniciado una estrategia transformadora que, más allá de embellecer espacios, busca reconstruir vidas.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
Con la iniciativa “Se transforman espacios, se transforman vidas”, el municipio le apuesta a la verdadera reintegración de personas privadas de la libertad (PPL) próximas a cumplir su condena, dándoles la oportunidad de redimirse a través del trabajo comunitario.
El alcalde Francisco Calderón Feriz ha sido el impulsor de este proyecto de justicia restaurativa, que ya ha impactado positivamente en parques, escuelas y zonas comunes tanto urbanas como rurales. La labor no solo revitaliza el entorno, sino que simboliza la reparación del tejido social.
“Creemos que si alguien ya ha pagado su deuda con la sociedad y quiere cambiar, merece una segunda oportunidad. Nuestro deber como gobierno es apoyar esa transformación”, expresó el alcalde.
La estrategia es posible gracias a la articulación entre la Dirección General del INPEC, liderada por Deivy Villegas y el sargento Harold Ortiz, junto al apoyo de la Secretaría de Educación, Deporte y Recreación.
Este programa no se limita a limpiar fachadas o pintar muros: transforma realidades, dignifica a los participantes y les devuelve su lugar en la comunidad. Es una apuesta por la paz territorial desde lo cotidiano, por una justicia que reconcilia y no excluye.
“La sociedad tiene que saber que estas personas están construyendo, no destruyendo. Están pidiendo una nueva oportunidad y aquí en Garzón se la estamos dando con acciones reales”, subrayó Calderón.
Así, Garzón se convierte en ejemplo nacional de inclusión y humanidad, demostrando que sí es posible construir un municipio donde nadie se quede atrás.
