Una nueva señal de alerta encendió las alarmas de los habitantes del municipio de La Plata, en el suroccidente del Huila.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
A tan solo 300 metros de la Institución Educativa Técnico Agrícola y junto al puente Las Brisas, apareció una valla instalada por disidencias de las FARC, lo que genera una creciente preocupación entre la comunidad y autoridades locales.
La instalación de este tipo de mensajes no solo representa una provocación directa al Estado, sino que también pone en riesgo la tranquilidad de la población, en especial de los estudiantes y docentes de la zona rural. La cercanía con una institución educativa agrava la gravedad del hecho, dado que se pone en juego la seguridad de menores de edad en un área escolar.
Frente a esta situación, líderes comunitarios han pedido con urgencia el aumento del pie de fuerza militar, señalando que la presencia del Ejército Nacional en esta zona del Huila es limitada y, por tanto, insuficiente para contener el avance de grupos armados ilegales. La comunidad teme que estos actos se conviertan en el preludio de una nueva ola de violencia en esta región históricamente golpeada por el conflicto.
Las autoridades ya tienen conocimiento del hecho y se espera un pronunciamiento oficial en las próximas horas. Sin embargo, para muchos, la respuesta ha sido lenta, lo que evidencia la necesidad de mayor control territorial por parte del Estado y una estrategia de seguridad más efectiva para el suroccidente del departamento.
La amenaza criminal no ha desaparecido. Persiste, muta y reaparece con fuerza en zonas estratégicas. Por eso, hoy más que nunca, la vigilancia y acción institucional deben ser prioridad para evitar que la historia se repita.
