Un nuevo escándalo ambiental sacude al departamento del Huila.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
La Agencia Nacional de Tierras adjudicó 222 hectáreas en las estribaciones del Cerro Páramo Miraflores, territorio ambientalmente protegido entre estos dos municipios, a comunidades indígenas del Cauca, sin tener en cuenta los límites ecológicos y legales del área.
Según han denunciado algunos líderes sociales y comunitarios, algunos concejales del municipio de Garzón como Alveiro Manjarres Manjarres al igual que Camilo Agudelo, director de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), los predios adjudicados se traslapan en un 60% con un parque natural regional y en un 20% con zona de reserva forestal. Aún más alarmante, los terrenos contienen humedales que abastecen acueductos rurales vitales para las comunidades locales.
A pesar de las advertencias y sanciones emitidas por la CAM, la Agencia ignoró a la autoridad ambiental y procedió a parcelar y entregar los terrenos, provocando un conflicto sin precedentes.
“Esta decisión es irresponsable y pone en riesgo la sostenibilidad hídrica de toda la región”, denunció Agudelo. La comunidad de Garzón y Gigante, que anteriormente logró frenar el avance de multinacionales petroleras en la zona, ahora debe enfrentar una nueva amenaza: el propio Estado.
Líderes sociales, campesinos y ambientalistas se han declarado en resistencia, exigiendo la reversión inmediata de la entrega de tierras y la protección integral del páramo.
El Páramo de Miraflores no se vende, se defiende.
