En un preocupante escenario de violencia, Neiva, la capital del Huila, ha sido escenario de dos homicidios en menos de 24 horas.
POR: ANDRÉS RODRÍGUEZ.
Estos hechos han encendido las alarmas entre las autoridades y la comunidad, quienes exigen respuestas inmediatas ante la creciente inseguridad en la ciudad.
El más reciente incidente ocurrió en una zona céntrica de la ciudad, específicamente en las inmediaciones del Centro Comercial Popular Los Comuneros. En este lugar, el señor Jair Trujillo perdió la vida tras recibir un impacto de bala en su cuerpo. Aunque las circunstancias exactas del suceso están siendo investigadas por las autoridades competentes, se sospecha que el móvil del crimen podría estar relacionado con un acto de intolerancia social. En el mismo evento, otra persona resultó herida y actualmente se encuentra recibiendo atención médica en un centro asistencial de la ciudad. Las autoridades aún no han revelado la identidad del herido, ni el estado de gravedad en el que se encuentra, pero se ha confirmado que su condición es crítica.
Este asesinato sigue al homicidio de William Vanegas Morales, ocurrido apenas unas horas antes en el barrio Limonar de Neiva. Vanegas Morales fue asesinado en circunstancias igualmente trágicas, recibió un disparo mortal al intentar resistirse al robo de su teléfono móvil. Este caso ha generado una profunda consternación en la comunidad, que ve con impotencia cómo la inseguridad se ha apoderado de las calles de la ciudad.
Las autoridades locales han intensificado las investigaciones para dar con los responsables de estos crímenes y han prometido reforzar las medidas de seguridad en Neiva. Sin embargo, la ciudadanía exige acciones concretas y efectivas que frenen esta ola de violencia que ha dejado ya a varias familias enlatadas.
Mientras tanto, los habitantes de Neiva viven con el temor latente de convertirse en las próximas víctimas de esta creciente ola de criminalidad. La situación de seguridad en la ciudad se ha vuelto insostenible, y la presión sobre las autoridades para que tomen medidas contundentes es más fuerte que nunca.
Estos hechos reflejan una problemática más profunda de intolerancia y delincuencia que, de no ser atendida con urgencia, podría seguir cobrando vidas inocentes en la capital del Huila. La comunidad, ahora más que nunca, exige respuestas claras y acciones decididas para restaurar la paz y la seguridad en sus barrios.