En una situación atípica que ha desconcertado a los residentes de Gigante, el alcalde Josue Manrique Murcia y los concejales se encuentran literalmente por fuera del edificio Rodrigo Lara Bonilla, sede de la Alcaldía municipal. En el segundo día del año, el equipo de gobierno se congregó frente al edificio, esperando no solo las llaves de las dependencias, sino también el acceso a toda la estructura municipal.
La administración saliente, que tenía la responsabilidad de formalizar la entrega al nuevo mandatario el primero de enero, aún no ha cumplido con este trámite esencial. Esta demora está impidiendo que la nueva administración asuma sus funciones, generando incertidumbre entre los funcionarios municipales y la comunidad en general. La falta de una transición fluida ha llevado a una parálisis temporal en la gestión local.
La ciudadanía de Gigante aguarda con inquietud la resolución de este inusual inconveniente, esperando que el traspaso de poderes se realice de manera efectiva y sin más obstáculos. Mientras tanto, la alcaldía y sus dependencias permanecen cerradas, dejando en pausa importantes decisiones y proyectos que afectan directamente a la comunidad.